Por Dr. Myles Munroe
Extracto del libro
“Los Principios
y el poder de la Visión”
La quinta clave para poder entender la visión es poder darse cuenta que es tanto personal como corporativa; la visión personal siempre se va a encontrar dentro de una visión corporativa más grande. No es el método de Dios darle visión a todo un grupo. El da la visión a un individuo, el cual comparte su visión con el grupo, y transfiere la visión hacia ellos. Los miembros del grupo entonces van a correr con esta misma visión debido a que ellos se dan cuenta que tiene un lugar con su vida y que permite que sus visiones personales también se realicen.
Moisés fue forzado por medio de una visión para liberar al pueblo de Israel y para guiarlos hacia la Tierra Prometida. Josué fue motivado por medio de una visión para poseer esa tierra. David fue dirigido por una visión para establecer al pueblo de Dios. Nehemías fue poseído por una visión para reconstruir los muros de Jerusalén. En cada caso, la visión le fue dada a un individuo quien era el responsable de que se cumpliera, y el individuo la transfirió a un grupo de personas.
Trabajando Juntos para Realizar la Visión
Cuando una persona comienza a sentir su propósito y su don, frecuentemente, él lo interpreta como un llamamiento hacia la independencia, la autonomía y la separación. Sin embargo, nada puede estar más lejos de la verdad. El sentido de la visión personal es edificado dentro de una visión más grande, y de la misma manera, va a llegar a cumplirse en el contexto de un propósito más grande. Esta es la manera como Dios maneja la visión personal y la visión corporativa para que vayan juntas. Para poder cumplir un propósito corporativo o hacer que se realice una visión más grande, Dios junta los dones y las visiones únicas de mucha gente. Dios quiere que tú traigas tu tiempo, tu energía, tus recursos y el poder de tu creatividad para que vengan a ser parte de una visión mucho más grande a la cual tu visión va a estar conectada.
Sabemos que un automóvil funciona cuando todas sus partes del motor están trabajando en conjunto. Y aunque cada parte tiene sus características únicas y privadas, todas las partes “se someten” unas a otras para hacer que ese automóvil funcione. El mismo principio es verdadero para la verdadera visión personal y corporativa. Ninguna gran obra jamás ha sido hecha por una sola persona. Se necesitan muchas personas para realizar una visión. Debes leer la historia. Debes leer la Biblia.
Por ejemplo, un grupo de hombres ayudaron y apoyaron al Dr. Martin Luther King para que se realizara su visión. Todos sabemos acerca del nombre del Dr. King, pero muy poco hemos escuchado acerca de estos otros hombres, aunque ellos fueron esenciales para cumplir su propósito. El Dr. King no hubiera podido realizar su visión sin la ayuda de ellos. De la misma manera, no conocemos los nombres de aquellos que ayudaron a Moisés a juzgar y a servir como árbitros dentro del pueblo de Israel, pero ellos fueron un elemento de apoyo esencial en el propósito de dirigir al pueblo que Dios le había dado a Moisés.
Estos hombres trabajaron muy duro. Ellos tuvieron que ejecutar juicios y a mantener a todo el mundo en orden, pero nosotros sólo conocemos el nombre de Moisés. Moisés recibió una visión personal, pero se necesitó la obra de todos estos hombres para que pudieran ver la visión corporal cumplida. (Favor de ver Exodo 18:13-26.) Dios va a reunir propósitos y visiones privadas a fin de poder llegar al éxito corporativo.
Cuando la gente no entiende o no acepta la relación que existe entre la visión y la visión corporativa, puede haber problemas. Si los miembros del grupo piensan que son inferiores a la persona que tiene la visión original, o si el líder comienza a pensar que es más importante que los otros miembros, o si uno o más de los miembros quieren suplantar a la persona que tiene la visión más grande, aquí es cuando comienzan todos los problemas.
Moisés tuvo los problemas postreros con María y con Aarón, que eran su hermana y su hermano. Dios los había escogido a todos ellos como líderes. (Favor de ver Miqueas 6:4.) Sin embargo, Moisés fue el único que había recibido la visión original, y él era el único con quien Dios hablaba directamente, y a través de quien Dios hablaba.
Cuando María y Aarón se pusieron celosos de Moisés y quisieron usurpar su función, causaron todo un torbellino dentro de ese grupo de liderazgo. Dios tuvo que recordarle a María y a Aarón en una forma muy evidente el hecho de que los propósitos de Dios iban a prevalecer y no nuestras ambiciones personales. (Favor de ver Números 12:4-5.) Sin embargo, si estamos alineados con la naturaleza y el carácter de Dios, vamos a desear sólo lo que El desea y vamos realizarnos en una manera como jamás lo hubiéramos hecho si hubiéramos buscado nuestras propias ambiciones.
Debemos tener una actitud de cooperación para con aquellos con quienes debemos compartir la visión corporativa.
La realización de tu visron requiere que tú seas capaz de someterte a otros dentro de un propósito mucho más grande. Esto significa poder trabajar con tu jefe y con tus otros compañeros en una manera productiva.
Significa que no vas a tratar de menospreciar a los líderes de tu grupo, y tampoco vas a permitir que los celos se interpongan en el camino de esta visión. Significa que no te vas a desviar, tratando de realizar una visión corporativa sólo por ti mismo.
Si vamos a hacer algo en representación de Dios, para que el mundo sea mejor por el hecho de que estamos aquí, no podremos hacerlo con una actitud privada e individualista.
Es muy importante que tengamos mucho cuidado cuando estamos tratando con la visión. Debemos estar conscientes de la obra y de los caminos de Dios, para estar de acuerdo con ellos en lugar de estar en contra de ellos.