Tomás Menchaca Los Broncos de Denver viajaron a la cuidad del sol donde siguieron arrastrando la cobija, por lo cual fueron derrotados con facilidad por los Dolphins de 
Miami 35 a 9, con lo que acumularon 9 descalabros, 8 al hilo.
La fórmula de la derrota fue la misma que en las anteriores ocho, errores de ejecución los cuales iniciaron con un safety para darle los dos primeros puntos a los de Miami cuando el centro Matt Paradis hizo una mala ejecución y mandó el ovoide fuera del alcanza de su mariscal de campo.
Esto dentro de la zona de anotación, Trevor Siemian reaccionó con inteligencia y mandó el balón hacia fuera con lo que se evitó un desastre mayor.
Esta sería una de las pocas buenas decisiones que tendría Siemian, quien todo momento estuvo bajo mucha presión ya que su línea parecía coladera y provocaba que su QB tomara decisiones rápidas, un trio de ellas terminaron en manos de los Dolphins.
La primera después de que uno de sus receptores la tocara, pero cómo el pase era atrasado se lo dejó en bandeja de plata a la defensiva local.
Esta no tuvo consecuencias ya que la D de los Broncos se fajó, la segunda ese si no se pudo hacer mucho ya que fue un Pick6 esto aprovechando otro pase atrasado de Trevor.
La tercera fue mala fortuna ya que fue desviada en la línea aun así se convirtió en otros 7 puntos para los de Miami.
En este punto los muchachos del entrenador Adam Gase tenían el marcador 33 a 9 y con un dominio total por lo cual la siguiente jugada que fue una patada corta, la cual recuperaron se pudiera ver como una falta de respeto para el rival.
Recordemos que Gase fue parte de la institución Azul Naranja por algún tiempo y salió por la puerta trasera lo que parece lo tenía bien guardado y no le tuvo ninguna piedad a su ex equipo.
Al final, el recuento de los daños de los Broncos fue un par de Safety, 3 intercepciones, un balón suelto, les bloquearon una patada de despeje, no pudieron ejecutar una patada corta y les hicieron una a ellos, todo esto habla de un equipo mal entrenado.
