Tomás Menchaca 
Los Rockies de Colorado inauguraron una nueva temporada ante casa llena, esto de último momento ya que un día antes todavía quedaban bastantes boletos, pero las tradiciones beisboleras hacen olvidar los malos años, por lo menos ese día y bueno las cosas salieron como si las hubiera escrito algún guionista de esos de las películas de acción.
El rival eran las mantarrayas de Tampa Bay que siguieron bien sus papeles primero de víctimas porque los Rockies estaban ganado el juego con facilidad 6 a 2, eso hasta la alta de novena parecía que la victoria era inevitable para los de la Milla Alta de hecho algunos aficionados decidieron ganarle al tráfico y abandonaron el Coors Field, pero no contaban que los de la Florida anotaran en cinco ocasiones y se fueran adelante en el marcador ahora parecía otra inevitable derrota de los Rockies.
Pero bueno los dioses del beisbol decidieron darle una alegría a la afición que si se quedó hasta el final y fueron testigos de uno de los finales más emocionantes que te puede dar el deporte más lindo del mundo, primero se llenó la casa a punta de base por bolas y después llego el que se vestiría de gloria, la tercera base Ryan McMahon quien pego tremendo cuadrangular para dejar tendidos a los de Tampa Bay con ese hermoso granslam.
La victoria fue para los de Colorado que en los siguientes dos encuentros perdieron en casa para regresar las cosas a la normalidad.
