Un nuevo metanálisis de la literatura psiquiátrica ha confirmado que las mujeres corren el riesgo de sufrir depresión después de someterse a un aborto, a pesar de las frecuentes afirmaciones en sentido contrario por parte de la industria del aborto.
Publicado el mes pasado en BMC Psychiatry, los autores del estudio señalaron que la depresión postaborto es un “problema común para todas las mujeres en edad reproductiva”.
Para ver si esas tendencias se mantenían a nivel mundial, analizaron 15 estudios en todo el mundo, específicamente, China, Alemania, Irán, Australia, Kenia, Jordania, Kosovo, Dinamarca, Lituania, Turquía y los Países Bajos.
En general, la tasa de depresión postaborto osciló entre un 8% y un 85%; en promedio, se encontró que la prevalencia de depresión después del aborto era del 34,5%.
Los autores del estudio encontraron además que las tasas de depresión tendían a ser más altas en Asia y más bajas en Europa.
En cuanto a las regiones designadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la región mediterránea, que consta de Asia occidental, África del Norte, el Cuerno de África y Asia central, tuvo la tasa de intervalo más alta, mientras que la región europea tuvo la más baja.
Los autores señalaron que no pudieron encontrar un estudio sobre la depresión postaborto de la Oficina Regional de la OMS para el Sudeste Asiático y la Región de las Américas.
Además, las mujeres de países de ingresos más bajos tenían más probabilidades de experimentar depresión postaborto en comparación con las mujeres de países de ingresos más altos, aunque incluso para los países de ingresos más altos, las tasas fueron más altas que las encontradas en análisis anteriores.
Los autores del estudio concluyeron: “Las personas que se han sometido a un aborto deben recibir atención adicional y apoyo psicológico de los proveedores de atención médica, así como de su cónyuge, familia y comunidad”.
Los estudios han encontrado desde hace mucho tiempo un vínculo entre el aborto y la depresión, a pesar del problemático Estudio Turnaway, que afirmó que las mujeres resultan perjudicadas cuando se les niega el aborto.
Ya sea que los embarazos fueran deseados o no, las mujeres aún tenían riesgos mucho mayores de depresión e ideación suicida después del aborto.
Sin embargo, hay un esfuerzo concertado para ocultar estos resultados, que interfieren con la narrativa de que el aborto no afecta a las mujeres de ninguna manera.
Un investigador, David Fergusson, dijo que lo presionaron para que no publicara su estudio, lo cual se negó a hacer, a pesar de estar a favor del aborto.
Explicó: “Estoy a favor del derecho a decidir, pero he producido resultados que, en todo caso, favorecen un punto de vista provida”.
Entonces, más y más personas se están informando de la realidad y de lo que es el aborto.
No es simplemente tomarse una simple pastilla y ya es todo.
Es importante recalcar que después de la famosa pastilla viene el lidiar con el cuerpo mismo del embrion, porque realmente es un cuerpesito y después lidear con la propia conciencia.