Extracto del libro
“Los Principios y el Poder
de la Visión”
La Pasión Está Dispuesta
a Pagar el Precio
Por Dr. Myles Munroe
Algunas veces, otros van a venir y van a ser parte de lo que tú estás haciendo, y entonces, van a decir, “Esta visión no es real”, porque ellos no saben lo que la visión te está costando a ti. ¿Puedes tú recordar a Juan Marcos, el joven que se unió a Pablo y a Bernabé en un viaje misionero? Juan Marcos era un hombre joven muy entusiasmado y muy celoso.El trabajó con Pablo y con Bernabé hasta cierto punto, cuando él decidió dejarlos y regresar a Jerusalén. Más tarde, cuando Juan Marcos quería acompañarlos en otro viaje, Pablo dijo que no, porque él sentía que Juan Marcos había desertado de ellos y del trabajo. De hecho, él estaba diciendo, “Juan Marcos, tú nos estás diciendo que estás con nosotros en esta visión, pero tú no puedes aguantar la presión, los tiempos difíciles, los rigores del trabajo. Yo quiero gente que pueda venir conmigo aun a través del fuego, y que pueda decir, ‘Lo hicimos juntos”. (Favor de ver Hechos 12:25-13:13; 15:36-40).
Bernabé terminó yendo con Juan Marcos en un viaje separado, y Pablo le pidió a Silas que fuera con él. En Filipos, Pablo y Silas fueron golpeados y puestos en prisión cuando algunos hombres incitaron a la multitud en contra de ellos. Silas les pudo haber dicho a los magistrados que él no conocía a Pablo. Tal vez él pudo haber tenido un escape de complicidad tal y como lo hizo Pedro acerca de Jesús, diciendo, “¡Yo no conozco al hombre!” (Mateo 26:72, 74). Pero Silas estaba entregado a la visión.
Si Pablo iba a la cárcel, él también iba a la cárcel. Yo quiero decirte que la prisión adonde fueron arrojados no era prisión común y corriente. Mathew Henry describe esta “celda interior” (Hechos 16:24) como un “calabozo donde nadie era arrojado normalmente excepto los malhechores condenados, completamente obscuro al medio día, mojado y frío, sucio, tal y como parece, y en todas formas muy ofensivo”. (*)
¡Pero este fue el lugar donde Pablo y Silas cantaron himnos! (Favor de ver Hechos 16:16-25.) La pasión siempre está dispuesta a pagar el precio.
Cuando tú capturas tu visión y te mantienes en ella, tú vas a ser recompensado.
La Pasión Te Mantiene Enfocado
Otro aspecto de la pasión es que te ayuda a mantenerte enfocado en tu visión. Tú puedes ver este principio funcionando en las iglesias.
En un lugar en donde no existe visión, frecuentemente hay pleitos, chismes, murmuraciones, calumnias y quejas. Cuando las iglesias están llenas de quejas, esta es evidencia de que la visión se ha apartado de ellas.
La visión preocupa a la gente hasta el punto que ellos no tienen tiempo para chismes o para enojos en contra del pastor, ni para quejas en contra de sus predicaciones.
El mismo fenómeno se puede ver en los matrimonios. Una de las razones de por qué existen tantos problemas en los matrimonios hoy en día, es el hecho de que las parejas han perdido su visión conjunta. Necesitamos redescubrir la pasión de trabajar juntos por un propósito en común y por una misma visión.
Desafiando las Probabilidades
Si tú te vuelves apasionado con relación a tu visión, tú puedes desafiar las probabilidades y puedes perseverar hasta el cumplimiento de tus objetivos. Cada vez que tú te sientes tentado a rendirte demasiado pronto o a permanecer en el suelo cuando la vida te tira, recuerda los ejemplos de Nehemías y de Pablo.
Captura tu visión y mantente en ella, y tú vas a ser recompensado por medio de ver que esa visión se convierte en realidad sin importar todo lo que intente venir en contra de ella.
Pasos para Realizar la Visión
• Pregúntate a ti mismo, “¿Qué tan hambriento estoy de mi visión? ¿Qué tanto quiero aquello que estoy buscando?”
• ¿Qué evidencia o qué prueba de pasión por tu visión puedes ver en tu vida?
• ¿Acaso tú te rindes generalmente desde la primera vez que caes? ¿En qué maneras te has conformado acerca de tu visión? ¿Qué vas a hacer tú para volver a recuperar la pasión por tus sueños y visiones?
(*) Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bíble, vol. 6 (Peabody, MA: Hendrickson Publishers, Inc., 1991), 170.