La Prensa de Colorado 
Por Pedro H. Gonzalez
Esta es una fecha especial para mí. No, nadie cumple años, nadie ha muerto en mi familia, nadie ha nacido, pero se marca el final de una etapa.
Hasta el día de hoy estaré acompañando a cada lector que semanalmente nos buscaba. Unos esperarían este escrito buscando puntos de diferencia, otros buscarían puntos de convergencia, algunos buscarían ser edificados y otros buscarían motivos de censurar y sin embargo lo que realmente cuenta al final del camino es que cada uno de ellos buscaba esta columna y eso la hace valiosa.
El apóstol Pablo lo dijo alguna vez: Ya sea por disensión o por vanagloria lo importante es que Cristo sea predicado.
Sabe Dios que no hemos buscado jamás el ser reconocidos, al menos no por otra cosa que fuera el estar predicando a Jesus, a su sangre que establece un nuevo pacto en el cual todo aquel que se adhiera será salvo de una vez y para siempre,
Hemos tratado de explicar de la manera más bíblica posible lo que ese pacto significa, y todos los beneficios que encierra. Nada nos anima mas que el hecho de poder despertar en algún lector el deseo vivo de conocer a Dios ya no solo como ese ser lejano, distante y aun para muchos castigador e inmisericorde, sino como el Padre celestial que fue impartido en Cristo para que a través de Su mente fuese al vez impartido en cada hijo, es decir en cada persona que se atreve a reconocerlo como Señor.
Sabemos una cosa y en ella guardamos esperanza, volveremos. No sabemos cuando, pero sabemos que aquí estaremos de nuevo, levantando nuestra voz cuando sea necesario, apuntando nuestra pluma contra aquello que es importante resaltar, apoyando la causa que deba ser apoyada y saludando siempre en el nombre del Señor.
Damos gracias a todos los que nos leyeron durante este tiempo, damos gracias a Dios por abrir estas puertas mediante las cuales nos fue posible transmitir nuestro entendimiento siempre imitado sobre las escrituras, pero difundido sin reparos dada la importancia de ese corto entendimiento.
Damos gracias a la familia Flores por ser instrumento para que nuestra voz pudiera ser escuchada. A Joel, a Mary y a toda su familia por su constante respaldo y apoyo a las causas de la familia hispana, pero sobre todo a las causas de Dios. Soy testigo fiel de su convicción plena de la urgente necesidad de exponer la verdad y por esa razón sabemos que tendremos la oportunidad de volver.
Seguimos en pie de lucha en contra de los modelos “progresistas” antibíblicos y anticristianos. Seguiremos levantando nuestra voz desde cualquier palestra y en cualquier manera posible.
A usted amable lector que es la causa numero una por la que escribimos, le deseamos lo mejor de lo mejor, que su entendimiento de la palabra sea guiado siempre por el Espíritu Santo y que el trazo de la misma sea siempre marcado por la sangre del cordero que establece el nuevo pacto, jamás olvide eso, la cruz maraca un antes y un después que afecta inclusive a la escritura misma.
No quiero sonar nostalgico, solamente agradecido.
Un abrazo para todos.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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Le esperamos.
