Por Colorado News Connection
Colorado y otros estados están trabajando mejor para llevar comidas nutritivas a los estudiantes de bajos ingresos que están en vacaciones, y quienes normalmente consumen algún alimento en la escuela.
Sin embargo, un reporte del Centro de Investigación y Acción Alimentaria (Food Research and Action Center, FRAC) detecta que se puede hacer más. Michelle Ray, directora de comunicación en Colorado Libre de Hambre (Hunger Free Colorado), y Signe (SIG-nee) Anderson, analista Senior de política alimentaria infantil, dieron a conocer lo anterior.
Para miles de niños de Colorado, el júbilo de las vacaciones de verano puede ser opacado por las angustias del hambre. A nivel estatal, señalan, unos 19 mil pequeños recibieron comidas de verano durante 2013, de acuerdo a un reciente Reporte del Estatus de la Nutrición de Verano (SNSR, por sus siglas en inglés), elaborado por el Centro de Investigación y Acción Alimentaria (Food Research and Action Center, FRAC).
Comparar esto con los 229 mil niños y niñas que reciben refrigerios gratis o con descuento durante el ciclo escolar, hace nacer la preocupación en personas como Michelle Ray, de Colorado Libre de Hambre, por tantos niños que no reciben ayuda durante el verano.
“El verano debería ser divertido y enriquecedor para todos los niños de Colorado, pero para muchos representa un tiempo en el que corren el enorme riesgo del hambre, debido a que pierden sus comidas escolares”, se mencionó.
La participación de Colorado en los Programas de Nutrición de Verano bajó durante 2013 del lugar nacional 42 al 43%. Colorado está entre los cinco estados que recibieron asistencia técnica adicional de la USDA para ampliar sus programas de alimentación de verano.
Signe Anderson, del FRAC, dijo que una manera de incrementar esas cifras es contar con un mayor involucramiento de las escuelas durante el verano. “Durante la desaceleración económica muchas escuelas cierran sus puertas y ya no ofrecen los cursos de verano, y con eso desaparecen también los mismos recursos. Si hubiera financiación disponible para las escuelas de verano, o al menos para los programas de verano en general, se llegaría muy lejos”, agregó.