Por Pastor Pedro H Gonzalez
La pregunta que hacemos hoy como título de esta columna es intencional. Pretendo hacer reflexionar a quien lee acerca de su identidad.
Soy lo que soy en razón de lo que hago? O hago lo que hago en razón de lo que soy? ¿Qué fue primero la gallina o el huevo? Todas estas no son preguntas sueltas, son puntuales y tienen por objetivo primario y final, llevar al lector a pensar sobre sí mismo de una forma cruda y honesta.
Quien eres tu? Un pecador perdonado o una nueva criatura? Si eres un pecador perdonado será cuestión de tiempo que vuelvas al pecado porque tu naturaleza no habrá cambiado.
Se puede tomar una puerca, lavarla, desinfectarla, afeitarla perfumarla y ponerle un corbatín rosa con un cordelito bien coqueto y atarla a un poste. Allí se le pone una música de Beethoven o una buena tanda de alabanzas “cristianas” y mientras permanezca amarrada al poste ella seguirá bonita luciendo su corbatín y perfumada por un buen rato, pero una vez que usted le quite la soga del cuello y la desate del poste, la puerca correrá a buscar el medio que le permita manifestar su naturaleza.
Ella buscará un pozo de barro o un basural para revolcarse, ahí se sentirá muy cómoda y sin deseos de irse. Eso HACE una puerca lavada.
Para muchos cristianos de hoy día, la religión y su sana doctrina se convierten en el lazo que los mantiene amarrados al poste del correcto actuar. Cuando les quitan el lazo, literalmente se desatan y así actuan, es decir eso hacen.
Sin embargo los hijos, los que han recibido a Cristo, los que creen en Su nombre (Senor) han pasado de muerte a vida, han mudado su naturaleza y en ellos ya no opera la vieja criatura, la vieja naturaleza.
Este tipo de gente se distingue porque su actuar, lo que hacen, es diferente, ellos no hacen para ser definidos por lo que hacen, ellos son definidos por lo que son y tal como son, hacen.
El hijo de Dios no diezma para ser bendecido, el diezma porque ya es bendecido así que no teme a que pasara mañana.
Este tipo de gente no perdona para que los perdonen, ellos perdonan porque fueron perdonados y eso los convirtió en portadores de la gracia.
Ellos validan a los otros porque también ellos fueron validados y su naturaleza fue tornada en una que valida a los demás.
En fin, la gente que ha sido mudada en su naturaleza, no obra para merecer, ellos hacen porque esa es su naturaleza.
La biblia nos informa algo. De manera que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí TODAS son hechas nuevas.
Esto no solo es una verdad bíblica sino también una verdad presente (hay una diferencia que ahora no puedo explicar) y quiere decir que permanece en el tiempo y es irrevocable y absoluta.
Le pregunto a cada lector, ¿está usted en Cristo? O no esta? Si no lo esta entonces es normal que siga actuando en la naturaleza adámica, caída, separada, muerta en delitos y pecados, separada de Dios y sin esperanza en el mundo, pero si está usted en Cristo entonces no tiene excusa y no tiene salida; usted ya no puede apelar a la vieja y conocida frase de: “así soy yo y así me tienes que aceptar” No, se debe renovar el entendimiento para llevarlo sujeto a la obediencia y por medio de la verdad empezar a movernos en la nueva criatura, es todo un reto pero gracias a Dios no estamos solos, tenemos dentro de nosotros el mayor poder, al que ningún otro ser humano ha tenido acceso.
Veo con tristeza que no se ha entendido en su plenitud lo que significa la nueva criatura. Ojalá alguien se sintonice con esta palabra.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino
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