Extracto del libro
“Entendiendo el Propósito
y el Poder de la Oración”
Capitulo 1. Parte 1
El Propósito y la Prioridad
de la Oración.
Por Dr. Myles Munroe
Aunque se nos ha enseñado que orar es importante, nos hemos sentido tan decepcionados y frustrados porque nuestras oraciones no hayan sidocontestadas que casi hemos renunciado a ellas.
Puede que oremos cuando estamos atemorizados o enfermos, pero no esla práctica regular en nuestras vidas.
Aparentemente estamos deacuerdo en que la oración es valiosa, pero nos preguntamos en secreto: ¿Realmente me escucha Dios cuando oro? ¿Porqué parece como si mis oraciones sólo llegan hasta el techo y rebotan hacia mí? ¿Está molesto Dios conmigo? ¿Es por eso que Él no me contesta? ¿Porqué la oración es tan aburrida e infructuosa para mí? ¿No debería yo esperar que mis oraciones sean contestadas?
La oración no contestada es el obstáculo mayor que se interpone en el camino de una vida de fe verdadera.
Ciertas personas han perdido completamente su fe debido a una oración no contestada. Algunos han regresado a la filosofía, a la metafísica o a las sectas para encontrar respuestas a las pre guntas y a los problemas de la vida. Otros se han vuelto a los horóscopos, a los psíquicos y a la brujería. También hay otros que han rechazado completamente el campo espiritual y ahora se encaminan hacia las cosas puramente materialistas. La confusión acerca de la oración también afecta a aquellos que son crístianos comprometidos. La más grande dificultad en la experiencia de la mayoría de los creyentes está en sus vidas de oración. Aunque ellos creen que la oración es un elemento fundamental de la vida del cristiano, ellos la rehuyen porque piensan que realmente no hace la diferencia.
Ellos no oran porque no les funcionó en el pasado y no quieren fracasar. Algunos han sido tentados a caer en actividades impías porque se cansaron de que sus oraciones no fueran contestadas. Para muchos de los que oran, la práctica de la oración no es más que un ejercicio religioso, el cual no se interesa por obtener resultados.
Algunos creyentes han llegado a la conclusión-consciente o subconscientemente -de que orar no es de mucha importancia para la vida diaria, que no se aplica al mundo real.
Ellos buscan en sí mismos o en otras personas para suplir sus necesidades.Por el reducido número de personas que asisten a las reuniones de oración en nuestras iglesías podemos medir cuánto es el porcentaje de cristianos que realmente creen en la efectividad de la oración.
La oración no es una prioridad para nosotros. Otras actividades parecen ser más emocionantes y fructíferas.
No nos molesta asistir a los estudios bíblicos, participar en los ministerios de superación, servir en los comités de la iglesia o participar en otras actividades, pero evitamos la oración tanto individual como colectivamente -porque no la entendemos. Incluso los creyentes queregularmente oran con convicción y obtienen algunos resultados, han dudado acerca de ciertos aspectos de la oración: qué están supuestos a pedir, cuánto tiempo deben continuar orando por algo, y, preguntas similaresrelacionadas a la naturaleza de la oración.
En general, hay una falta de enseñanza, interésy entendimiento con respecto a la oración en la iglesia.
Nuestras experiencias decepcionantes con la oración nos han llevado a hacer la pregunta: ”¿Hará la Palabra de Dios10 que dice que hará?” Ya no estamos tan seguros. Leemos la Biblia, escuchamos la predicación de la Palabra de Dios y sabemos que la Palabra está supuesta a funcionar, pero no hemos tenido muchas experiencias exitosas con elcumplimiento de la Palabra de Dios en nuestras vidas más allá de nuestra experiencia inicial de la salvación.
CONSECUENCIAS DE LA ORACIÓN NO CONTESTADA.
La frustración y confusion sobre la oración no contestada son comprensibles.
Esperamos cosas que funcionen si Dios dijo que estaban supuestas a funcionar. Por consiguiente, cuando pareciera que nuestras oraciones no van a ser contestadas, ¿cuáles e lefecto que se produce en nosotros?
El dolor espiritual y emocional puede ser profundo y devastador. Esto puede llevar a la tristeza, desesperación ,amargura y rebelión. Puede minar el fundamento de nuestra fe y llevarnos a estos resultados:
1. Nos sentimos abandonados y aislados de Dios, imaginándonos que Él no se preocupa por nuestros problemas. Como resultado, empezamos a dudar de Su amor por nosotros. Empezamos a ver en Él a alguien que est áencontra de nosotros -o al menos indiferente a nosotros-en vez de ver a un amoroso Padre celestial que da buenas dádivas a Sus hijos.
2.Cuestionamos el carácter e integridad de Dios. Nos podemos preguntar: “¿Promete Dios contester nuestras oraciones o no? ¿Puedo confiar en que Él cumpla Su Palabra?” De esta manera empezamos a desconfia rde Él, erosionando nuestra sbases de fe y causando que sufran nuestras relaciones con Él.
3. Sentimos como que nuestras vidas están muy intranquilas e inestables. Nos preguntamos: “¿Puedo depender realmente de Dios, o es la oración una proposición a la Buena de Dios? ¿Con qué puedo depender en relación a la oración? “Por consiguiente, comenzamos a confiar en nosotros mismos o en otras personas, grupos, creencias, en vez de apropiarnos del poder y la promesa de Dios para responder a nuestras necesidades.
4. Llegamos a conclusions prematuras acerca de nosotros mismos y de nuestras oraciones.
Por ejemplo, cuando tratamos de entender el porqué nuestras oraciones no están funcionando, asumimos: “Mis oraciones no son contestadas porque no tengo suficiente fe”.
Portanto, no llegamos a entender los varios principios y verdades concernientes a la oración, los cuales Dios nos ha dado en Su Palabra para nuestro beneficio.
5. Dudamos de nuestro llamado como intercesores de Dios. Comenzamos a pensar: “Las oraciones contestadas deben ser solo para un grupo selecto de cristianos ‘súper- espirituales”. Abandonando así uno de los mayors propósitos de Dios para nuestras vidas.
Cuando experimentamos estas consecuencias de la oración no contestada, somos tentados a hacer la pregunta planteada, en Job21:15: “¿Y de qué nos aprovechará que oremos a El?” Sin embargo, realmente la pregunta es: ¿Qué estamos perdiendo si no oramos a Él?
Hoy en día, muchos cristianos están experimentando impotencia, falta de dirección, escasa victoria sobre el pecado, un escaso progreso espiritual, un testimonio débil, ministerio infructífero, pobreza y cantidad de problemas similares. ¿Hay alguna confusión sobre la oración y conexión entre las vidas no desarrolladas, derrotadas o faltas de dirección? En mi experiencia, a menudo existe una fuerte conexión.
Gran cantidad de cristianos no tienen exitosas vidas de oración ni vidas exitosas en general -porque sencillamente no saben cómo o porqué orar.
Otros cristianos conocen algunos principiosde la oración pero no alcanzan su potencial como intercesores porque no entienden ciertos aspectos claves de la oración.