Protegidos dentro de la Capilla San John Francis de la Universidad Regis, inmueble educativo que dio todas las facilidades para llevar a cabo esta actividad, con total respaldo y organización del Padre Fernando Álvarez, director del Ministerio de Liturgia de la iglesia de dicha universidad, fue que se escucharon varias voces de los oradores, todos ellos de origen mexicano y que hoy, cada uno desde su perspectiva, dejan que sus palabras retumben al unísono del lugar, ante la presencia de más cien personas que se dieron cita a la vigilia.
Fue el profesor Eleasiff Ojeda-Riera, autor del libro “Almas Inmigrantes” y nacido en Huitzuco, Guerrero, el primero en comenzar con el programa e iniciar con “…Caía esa tarde una ligera llovizna, las gotas de lluvia parecieran ser las lágrimas que el Señor derramara por el dolor de ver tanta saña contra jóvenes indefensos ese 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, mismas que se convirtieran en gotas de sangre cuando arteras balas horadaron los primeros cuerpos de esos estudiantes. ¡Jesucristo lloró lágrimas de sangre!”.
Después el profesor Ojeda, quien ejerciera durante 25 años la docencia en casi todos los niveles educativos en escuelas públicas de su estado natal, arremetió contras las fuerzas policiales, habló del coraje, impotencia y vergüenza que hay sobre sus
actuaciones. Y agregó: “El maestro guerrerense se debate en dos extremos opuestos; acatar ciegamente las disposiciones oficiales por incoherentes que sean, cerrar los ojos a la injusticia social y pertenecer sumisamente al SNTE para apuntalar un ya podrido sistema político y de paso enriquecer más los bolsillos de los deshonestos líderes magisteriales como la tristemente célebre Elba Esther Gordillo y por otro lado, luchar por los humildes en búsqueda del México anhelado. Sabemos de la inseguridad del mentor en gran parte del país, sabemos que en muchos lugares hasta las escuelas aportan su ‘derecho de piso’ y que la nueva cultura escolar incluye medidas de protección propias de países en plena guerra”.
Entre otros puntos, el que también hiciera su carrera de profesor en la Escuela Normal Regional de Iguala, agregó que “se ha atacado como consecuencia al verdadero maestro mexicano, ese pro-hombre que clamó mejores condiciones de vida para la clase oprimida y pobre, y que junto a los padres de familia marcharon por las calles exigiendo al gobierno la ansiada justicia social. Pero de pronto, ya no es el gobierno solo, ahora hay que enfrentarlo junto a su peligroso aliado: el sangriento sicario”.
Por su parte, el poeta y escritor, Arturo García, señaló que: “A la caterva de bandidos que dirigen México, sin duda alguna se les ha hecho costumbre hacer fechoría tras fechoría y salir impunes.
Lo hacen porque el estado de deterioro y corrupción está tan avanzado que se convierte en campo fértil para su vandalismo ya que nadie se atreve a protestar, algunos por miedo y otros más por conformismo. La corrupción se ha vuelto un estilo de vida en todos los niveles y en todos los estratos sociales. México es campo fértil para la impunidad y la injusticia. La mafia política y la mafia de la ilegalidad comparten el terreno de manera coercitiva. Se ‘echan la pala’ los unos a los otros y de manera impune erogan entre sí un botín que nadie se atreve a reclamar porque es tan grande que nadie (en especial la ciudadanía) tiene la menor idea de su monto”.
El también autor de libros como ‘Mis días robados’ y ‘Broken: La cara infantil de la inmigración’, y nacido en Chapala, Jalisco, agregó que “en México se vive un ambiente negativo, negro, con sabor a muerte y a azufre. Curiosamente, las rencillas entre el estado y la educación tienen un historial largo de violencia y hostilidad, en vez que existiera una relación amigable pues se supone que el estudiante rendirá frutos para la nación que le extiende la mano, pero no, los estudiantes en algunos lugares de la República Mexicana son vistos como criminales y claro está, no es el caso de todas las entidades educativas pero la historia nos ha puesto casos extremos como la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968 y casi medio siglo después pareciera que la historia se repite”.
Además, señaló que la deshonestidad de los políticos ha sido sin duda alguna lo que ha sumido al país en el estado de deterioro y desubicación social en el que se encuentra. El cáncer de la violencia y corrupción ha hecho metástasis en todas las grandes ciudades y ha infectado a todos los pueblos pequeños de los 32 estados de la república. “Todos queremos vivir en un país donde quienes actúen contra la ley sean castigados, donde los justos no tengan que pagar por pecadores, donde las leyes se vean como una manera de establecer y asegurar un orden social y no como un obstáculo a vencer para fin de lograr nuestros cometidos”, acotó.
Finalmente, mencionó que “México se encuentra en la oscuridad pero todos quienes profesamos la fe y la justicia, sabemos que entre más oscuro esté, más clara la luz que vendrá. La reciente desaparición de 43 estudiantes sin duda raya en el horror, pero ahora recae en nosotros la reflexión y el cambio necesario para transportarnos de la oscuridad a la luz y es por eso que le exigimos a México un estado de derecho como prioridad nacional. Exigimos que se esclarezca el caso de los 43 desaparecidos, que se castigue a los responsables y que se asegure un estado de justicia que no sea accesible únicamente al poder y a los adinerados, sino que exista una justicia accesible a todos”.
También, dentro de los oradores se contó con la participación de Edwin Galeana, un joven nacido en California, pero que toda su vida ha vivido y crecido en Chilpancingo, Guerrero, ciudad –a la que calificó- “mundialmente famosa por el lamentable, vergonzoso y muy doloroso hecho del asesinato de 43 jóvenes de la Normal Ayotzinapa. Hoy me encuentro frente a ustedes con la finalidad de informarles la verdadera situación que se vive en mi estado y municipio; si bien esta situación hace ya unos años que se vive difícil”.
Asi mismo, reconoció que el narcotráfico ha sido el causante de tanta muerte, secuestros, extorsiones, levantones, lugar donde ahora no es posible emprender un negocio porque seguro llegarán y pedirán ‘cuota’ de protección, y también se vive con miedo de que en cualquier altercado pueda ser con algún sicario o amigo de uno de ellos y te llenen de plomo de la nada. Se ha vuelto tan común la noticia de que a tu vecino lo mataron, o el señor de la tienda fue levantado o que secuestraron a un familiar, situaciones tan dolorosas que te hacen perder la fe en las personas que te llevan a vivir con un miedo constante”.
“Es necesario decirles que estas organizaciones no son conformadas por personas adultas; si bien son los líderes de dichas organizaciones personas de una edad mayor, los pistoleros que viven es este oscuro mundo de balaceras, alcohol , drogas, matanzas y extorsiones son jóvenes cada vez con un rostro más infantil; son jóvenes de edades de 15 y 17 años, como tú, que deberían estar estudiando, personas con el rostro de tu hermano menor, de tu primo, de jóvenes confundidos y que a su corta edad ya tienen sus manos manchadas de sangre”, añadió.
Y fue más directo: “Lamentablemente esto no sería posible sin la complicidad de un gobierno corrupto, manipulador de medios, y cómplices directos de dichas atrocidades, hoy es tan común e incluso mayor el miedo que se le tiene a la autoridad de gobierno que a los mismos llamados delincuentes, se ha visto cómo en poblados que deciden armarse para sacar a las mafias de la localidad, lo cual con éxito se ha logrado, pero después vienen federales y marinos a llevarse y encarcelar a estos líderes de estos movimientos”.
Habló de las tres opciones que hay en estas zonas de conflicto: 1.- Te dedicas al campo, lo cual es una vida dura donde la lucha constante para tener la comida de cada día es demasiado difícil. 2.- Dedicarse al narcotráfico, siendo un matón a sueldo, y 3.- Estudiar. Hoy en día el tener una profesión no garantiza tener trabajo y mucho menos una buena vida. Un profesor apenas alcanza un salario de 300 dólares por dos semanas de trabajo.
“Hoy no basta con solo estudiar y ser un profesionista.
Hoy en mi localidad no basta con estudiar y reclamar tus derechos, derechos que no han sido escuchados, y en el reclamo de los mismos, nos hemos encontrado con la represión de la autoridad, con el asesinato de cientos de compañeros, como el de los 43 compañeros de la Universidad de la localidad de Ayotzinapa”, dijo.
Sin embargo, al dirigirse a los presentes en la Vigilia, acotó: “Hoy yo no vengo ante ustedes a apoyar un movimiento o a ponerme en contra, no pretendo enfurecer sus corazones para unirse a una causa que sin duda alguna traerá consigo violencia, porque violencia genera más violencia. Existe un factor que requiere nuestra atención y está siendo olvidado por situaciones políticas. Me refiero a los familiares de estos estudiantes, a los padres de familia que en su pobreza extrema, han tenido que dejar sus trabajos y con ello el sustento propio y de sus familiares para buscar a sus hijos o justicia por lo que le hicieron.
Algunos de estos 43 compañeros víctimas de estos hechos, ya tenían familia, esposa, hijos que ya dependían económicamente de manera directa de ellos y que hoy están desamparadas.
Estos familiares no solo están viviendo la situación de su dolor de la falta de justicia y sino también la falta de ayuda para levantarse, para vivir, para comer y dar de comer a sus dependientes. Hoy de manera directa te hago la invitación a ti para que ayudemos a estas personas a salir adelante, personas que realmente lo necesitan y que necesitan de tu ayuda y colaboración No podemos ser indiferente ante su dolor y necesidad”, concluyó.