Reflexiones

* No hagas de tu dolor un escaparate…

El dolor -a pesar de lo inesperado, injusto o de su magnitud- es un maestro. Si sabes aprender de él tendrás avance, libertad, evolución y fortaleza.
Si te niegas a él tendrás que vivir a su lado como un falso compañero, y con la seguridad de que la lección se repetirá hasta que aprendas.
Puede ser tan grande el dolor que quejándote encontrarás un leve desahogo, sin embargo es una falsa salida porque eso no te ayuda a evolucionar, no te brinda aprendizaje ni tampoco cambia las cosas. Hacer la mancha más grande no la desaparece.
Quejarte sin ton ni son, con todos y sin sentido es una ruta segura al sufrimiento; es encontrar en el dolor y en la lástima de los demás un lugar con confort: porque alguien te levanta, alguien te abraza y alguien te justifica.
Hacer del dolor un escaparate es negarse a la evolución, es rechazar el reencuentro consigo mismo… es ofrecer algo que nadie se va a llevar ni va a desaparecer hasta que perdones, aceptes, te canses o mueras.
¿Charlamos?
JuanMa Moreno
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