Por Pastor Pedro H. Gonzalez
Hoy será la primera de dos o tres entregas respecto a un mismo tema y que nos llevará a entender algo muy importante. Una vez que este valioso concepto haya sido entendido podremos decir si en verdad somos hijos de Dios o no.
1 Corintios 2:14 Pero el hombre NATURAL no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y NO las PUEDE entender, porque se han de discernir espiritualmente. (todo lo resaltado es intencional)
Vemos que en este texto el Apostol Pablo se refiere específicamente a un tipo de persona, es decir al hombre natural. Trataré de explicar qué es el hombre natural para que vayamos aterrizando el tema. Este es alguien que vive apartado de Dios porque considera poco importantes las cosas espirituales o ha confundido lo que es espiritual con lo místico.
En esta categoría caen en un mismo saco ateos, y practicantes o creyentes de huecas filosofías entre las cuales la más destacada es el humanismo que se refiere justamente a la superación del hombre por el hombre, dejando de lado en la ecuación a Dios y sus modelos o diseños.
Para este hombre lo importante es lo que él pueda hacer por sí mismo, si de alguna forma considerase a Dios será desde la idea de que Dios está arriba y nosotros abajo y que quizás existe pero mayormente Dios es un invento del hombre, alguien a quien los débiles se aferran para poder “aguantar” los duros traspiés y sinsabores de la vida. Este tipo de personas viven en sus propias fuerzas y hay algo que los caracteriza y los modela. Ellos no entienden las cosas que son del Espíritu de Dios.
Estas personas están muertas en espíritu. Se les ve caminar, jugar, bailar, beber, comer, usar el baño y tener una vida pero en su espíritu están muertos. A ellos se refiere Jesus cuando le dijo al muchacho que promete seguirlo pero después de enterrar a su padre, a lo que Jesus responde, deja que los muertos entierren a sus muertos.
Para entender esto es necesario pensar en lo que pasa con un muerto, no siente, no percibe olores, sabores, ruidos, temperatura ni cosa parecida. La clave es la percepción. El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios.
Es necesario decir que la biblia nos aclara que la causa de que este hombre no entienda las cosas de Dios es que no puede, y de nuevo, la razón es que su espíritu está muerto, por eso la biblia nos dice que es necesario volver a nacer en el espíritu, es decir una resurrección pero espiritual. Si una persona puede atreverse a revisar su vida y darse cuenta de que lo espiritual gobierna lo físico y que mediante el gobierno de lo espiritual lo físico avanza a una mayor velocidad y de una manera más tranquila, entonces esa persona vería claramente la necesidad y el beneficio de recibir a Cristo como el Señor de su vida y así volver a nacer de nuevo.
Lo que vendría a continuación es un espíritu conectado con el Espíritu de Dios, recibiendo toda la informacion de Dios directamente del Padre de los espíritus y a partir de ahí su entendimiento se abriría al mundo espiritual
Sería entonces capaz de acomodar lo espiritual a lo espiritual y puedo asegurar que descubriría un mundo mejor, su vida se reorientaria de otra manera. Para lograr esto se necesitan valientes, el cobarde es el que no se atreve a salir de su zona de comodidad y permanece frío, muerto ante los cambios.
Me gustaría retar al lector para que se atreva a creer que una mejor vida es posible y que aunque ahora no pueda percibir las cosas de Dios, una simple decisión le hara PODER entenderlo y llegar a ese nivel. Si se atreve deme una llamada, no se arrepentirá.
Soy el Pastor Pedro H. Gonzalez de la Iglesia Embajada del Reino.
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