Los Tigres de la UANL se proclamaron campeones al vencer a las Chivas del Guadalajara 3 a 2, los del norte sacaron la experiencia, el buen futbol y un corazón gigante al regresar de un dos a cero, lo perdían en el medio tiempo del juego de regreso.
Sebastián Córdova el más joven de los felinos fue la figura, no solo de la final al anotar el dos a dos también en todos los juegos de la liguilla, con el juego empatado cedió el protagonismo a sus compañeros que ya había sido múltiples campeones con los universitarios.
Gignac no fue el siempre, pero anoto un penal que le abrió el camino de la remostada, Aquino fino y con el toque precisó, Guzmán después de aceptar el par de anotaciones fue una muralla y Pizarro el capitán que fue Europa y regreso para acrecentar más su leyenda al anotar la daga a las Chivas en el primer tiempo extra que le dio el privilegio de levantar una ves más el trofeo de campeón, el número ocho para los Tigres que ya puede presumir que tiene uno más que los Pumas y el Pachuca.
Estos veteranos universitario fueron llamados viejos por el Piojo Herrera, despreciados por Diego Coca, incomprendidos por el Chema Ruiz y rescatados y fortalecidos por Rober Dante Siboldi, quien llego de relevo y hoy puede gritar Campeones.