“Programa enfocado en las
mujeres, donde se busca tener
una actividad femenina y colectiva”
Un grupo de mujeres llevaron a cabo una actividad donde se manifiesta una acción poética, la cual inició en septiembre de 2014 en Denver.“Trenzar una a una Nuestras Historias”, es un programa creado por Adriana Rondón-Rivero, fundadora y directora general del programa ‘VivirYoga Project’ y que por medio de esta actividad se busca tener una actividad femenina y colectiva donde se pueda propiciar un espacio y momento de encuentro entre mujeres para contarse historias, utilizando como elemento motivador la actividad conjunta y en serie de trenzar crinejas de una mujer a otra.
Para Rondón-Rivero, esta actividad es una acción poética, en donde “se trata de una manifestación de arte viva efímera, de carácter performancístico público, concebida como un breve momento de intimidad y comunión entre mujeres, en el que la actividad ancestral de trenzar crinejas del cabello de una mujer por otra sirve para crear el ambiente de confianza y sosiego que conduce al relato de historias, anécdotas o experiencias personales”.
De acuerdo a nuestra entrevistada, esta Acción Poética se realizó por primera vez en septiembre del 2014 en Denver, por una necesidad de la autora de conectar con la energía femenina y a la vez proporcionar un espacio íntimo y de comunión a las mujeres invitadas a participar.
Enfocarse en los materiales que se utilizan para esta acción, es referirnos a las flores, preferiblemente que sean naturales, separarlas de las ramas y con tallos cortos, contar con un peine para cada participantes; cintas de colores, ya sean de tela o papel; bandas de goma para atar las trenzas, pinzas de cabello negras, espejos individuales; esterillas (o mantas, alfombras o colchonetas delgadas) para poner en el suelo y servir de asientos y documentar la actividad, en fotografía, video y por escrito.
Cabe destacar, que es importante elegir un lugar al aire libre, abierto al público, con extensión suficiente para que las participantes se encuentren cómodas.
La idea es crear uno o varios círculos concéntricos de mujeres sentadas, con el fin de escuchar la descripción de la acción propuesta y recibir las instrucciones de realización.
Se explica a las participantes en qué consiste la acción y que en la cesta o lugar previsto se encuentran los objetos necesarios para que cada una realice su trabajo de trenzado y adorno, y que ellas mismas podrán tomarlos.
“Es una actividad femenina y colectiva que pretende propiciar un espacio y un momento de encuentro entre mujeres para contarse historias mientras se peinan y ponen flores en la cabeza”, agregó Rondón-Rivero.
Una vez que todas las participantes hayan tomado su lugar y se hayan completado los círculos, se les relata que la actividad de peinar una mujer a otra, una madre a su hija, una abuela a su nieta, una amiga a la otra, ha sido desde tiempos inmemorables, una acción que propicia la comunicación y la transmisión de historias y relatos de todo tipo: historias de amor o de desamor, de triunfos y de fracasos; historias o anécdotas familiares o de amigos o conocidos, recetas de cocina o consejos de vida; por lo que el acto de peinar se constituía en un momento de comunión, de encuentro, de intimidad, de expresión de cariño y de celebración de lo femenino.