Extracto del libro
“Los Principios y el Poder
de la Visión”
Por Dr. Myles Munroe
Debes notar la manera en que Nehemías planeó su visión de reconstruir el muro de Jerusalén:
Y llegué a Jerusalén y estuve allí tres días. Y me levanté de noche, yo y unos pocos hombres conmigo, pero no informé a nadie lo que mi Dios había puesto en mi corazón que hiciera por Jerusalén, y no había ningún animal conmigo excepto el animal sobre el cual iba yo montado. Salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y hacia la puerta del Muladar, inspeccionando las murallas de Jerusalén que estaban derribadas y sus puertas que estaban consumidas por el fuego. Y subí de noche por el torrente e inspeccioné la muralla. Entonces entré de nuevo por la puerta del Valle y regresé.Los oficiales no sabían adónde yo había ido ni qué había hecho, ni tampoco se lo había hecho saber todavía a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los oficiales, ni a los demás que hacían la obra. (Nehemías 2:11-13, 15-16)
Nehemías no tomó ninguna acción hasta que él tuvo un plan. El seleccionó sólo a unos pocos hombres de confianza para que fueran con él mientras que él estaba revisando la situación porque no todas las gentes hubieran sido capaces de manejar el asunto en ese momento. Ciertas personas no pueden manejar tu plan mientras que tú lo estás haciendo. Por esto es que tú no se lo puedes decir a todo el mundo. Algunas veces tú lo tienes que escribir en privado y mantenerlo en secreto durante un tiempo. Algunas gentes van a tratar de convencerte para que renuncies a tu plan, diciendo, “¡Tú no puedes hacer eso!” Si tú los escuchas, de inmediato, tú vas a tirar tu plan y vas a terminar por ser una persona común y corriente, tal y como ellos lo son. Las gentes que no van a ningún lado quieren que los demás vayan con ellos al mismo lugar. Las gentes que no están haciendo nada quieren que los demás hagan lo mismo con ellos.
No todos van a entender lo que tú estás soñando, pero de todas formas, pon tu sueño o visón en un papel. ¿Por qué? Porque tu sueño es digno de ser escrito. Si Dios te lo dio, merece ser escrito. Por ejemplo, si tú quieres ir a la universidad para graduarte en una profesión específica, escribe tus planes para los siguientes diez años. Titula una de las páginas en tu plan con el titulo “Esto es lo que quiero hacer a diez años de distancia”. Cualquier cosa que tú quieras establecer o realizar, debes escribirlo en un papel y decir, “Para el año ______, aquí es donde yo quiero estar”.
Comienza con Lo Que
Tú Ya Tienes
Después de que Nehemías había hecho su plan, él estaba listo para hablar con otros acerca de ello. El habló con aquellos que en forma directa estaban involucrados en llevarlo a cabo. “Entonces les dije: Vosotros veis la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Venid, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que ya no seamos un oprobio” (Nehemías 2:17). Nehemías les expresó a ellos su clara visión. Aquí estaba un hombre, con sólo un puñado de gentes, y que estaba planeando hacer un proyecto que iba a requerir miles de gentes para que se pudiera terminar. Pero él dijo, “Vamos a hacerlo. Vamos a reconstruir este muro”. El estaba comenzando con algo que parecía imposible, pero él dijo, “Vamos a comenzar”.
Tú no le puedes decir tu plan a todo el mundo inmediatamente.
¿Recuerdas el principio del potencial? Lo que importa no es lo que necesitas. El hecho de comenzar con lo que tú tienes hace de tu visión algo exitoso porque Dios se va a encargar de todo el resto. Yo sé que tú tienes algunas ideas que son grandes. Comienza ahí donde te encuentras en este momento y ve adónde tú necesites ir por medio de hacer un plan y comenzar a implementarlo.
Reconoce la Obra de
Dios en Tu Vida
En segundo lugar, Nehemías dijo, “Y les conté cómo la mano de mi Dios había sido bondadosa conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. Entonces dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Y esforzaron sus manos en la buena obra” (Nehemías 2:18). Me gusta el hecho de que Nehemías les dijo eso. El le dio todo el crédito a Dios por la visión, y en el proceso de hacer esto, él también edificó y levantó la fe de aquellos que iban a trabajar en el proyecto. La visión necesitaba ser transferida a ellos. Ellos hubieran tenido que ejercitar su propia fe para poder realizar sus propias visiones personales dentro de esta visión mucho más grande que Dios le había dado a Nehemías. La declaración que hizo también nos muestra que Nehemías estaba tan seguro que la visión venía de Dios, y que el Señor estaba en todo esto, que él fue capaz de decir, “Dios me dijo que hiciera esto”. Nehemías no estaba sólo tratando de adivinar acerca de lo que él tenía que hacer. Yo espero que tú te sientas de la misma manera con relación a tu sueño o visión.
Tu Plan Es Material para Tus Oraciones
Más aun, cuando tú pones tu plan en una hoja de papel, tú vas a darte cuenta de que tienes material suficiente para tus oraciones. Tú no puedes llegar a realizar tu sueño o visión sólo por ti mismo. Tú debes contar con la ayuda de Dios. Si el tiempo que dedicas a la oración es muy corto, esto tal vez se debe a que tú no tienes nada específico por qué orar. Sin embargo, si tú desarrollas un plan, siempre te va a faltar tiempo para orar aun más. Siempre va a haber algo en lo cual debas de aplicar tu fe y para lo que tengas que creer en Dios.
Tu Plan Te Va a Permitir Realizar Tu Destino
En Deuteronomio 30:19, Dios le dijo a la gente, “Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia”. En otras palabras, El estaba diciendo, “Deja de estar aplazando tus responsabilidades y esperando que eventualmente vas a llegar a algún lado en la vida. Decide si tú vas a tener bendición o maldición. Decide si tú vas a vivir o si vas a morir”. Jesús dijo en el libro de Apocalipsis 3:15-16, Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio -y no frío ni caliente- te vomitaré de mi boca.
Tú fuiste diseñado para
el destino. Haz un plan y
realízalo.
¿Acaso vas a hacer un plan, o vas a seguir aplazando las responsabilidades de tu sueño o visión, para sólo seguir vagando sin rumbo, para terminar donde las olas del agua tibia te quieran llevar? Tú no fuiste diseñado para vagar sin rumbo. Tú fuiste diseñado para un destino. Haz un plan y realízalo.
Pasos para Realizar
la Visión
• ¿Acaso tú conoces las respuestas a las preguntas “¿Quién soy yo?” y “¿Hacia dónde me dirijo?” Comienza el proceso de desarrollar los planos para tu visión, por medio de escribir las respuestas a estas preguntas en una hoja de papel.
• Comienza a pensar acerca de dónde quieres estar en uno, cinco, diez, veinte, treinta años de distancia. Escribe tus ideas y continúa pensando y orando por ellas.
• Lee el capítulo diecisiete, “Cómo Escribir el Plan de Tu Visión Personal”, y comienza a escribir los detalles de tu plan.