“Víctor Hugo Sánchez con el apoyo de Juntos Colorado,
luchan con el apoyo de la familia para evitar la deportación”
La familia compuesta por Víctor Hugo Sánchez Santos y Erika Muñoz Gaytán, sigue en plena lucha por frenar la deportación. Viven momentos de angustia, incertidumbre, pero sobre todo, de mucha tristeza por ver a sus hijas realmente afectadas por la situación, por imaginarse que podrían quedarse sin la figura paterna.
Son 14 años de radicar en los Estados Unidos y ahora con el temor de regresar a su lugar de origen, Veracruz, México. O quizás, de Zacatecas, donde es ella.
Este primero de agosto se realizará una vigilia en apoyo de Víctor, frente a la Corte Federal de Inmigración, ubicada entre la 19 y Stout. La idea es que se den cuenta de que hay apoyo y este hombre, padre de familia y trabajador en la jardinería, merece estar aquí, señala la esposa. La cita es a las 11:30 am.
De acuerdo a la entrevista, el problema de Víctor Hugo surgió en 2009, fecha que desde entonces tiene ese difícil proceso de la deportación. “Todo fue por no pagar un ticket (infracción) y se le hizo una orden de arresto. Cuando la policía lo detuvo, él ya había pagado el ticket con cárcel; ya lo íbamos a sacar, pero desafortunadamente le habían puesto un hold de inmigración y no se pudo hacer nada”, añadió la mujer.
Ahora, Víctor ha aprendido a involucrarse en actividades comunitarias, y junto a su esposa, han logrado acoplarse a la organización de Juntos Colorado y marcar una diferencia, unirse con aquellos grupos y personas que buscan que sus voces se hagan escuchar para salir adelante.
Recuerdan, que en ese 2009 –en los primeros días de noviembre-, rumbo a su casa, Sánchez-Santos fue detenido por la policía del Condado de Denver, a la altura de la Downing y 38, le pidieron una licencia de conducir y que no tenía; además ahí salió lo del “ticket” de una infración y por ello estuvo dos días en la cárcel. “Cuando fuimos a pagar los 500 dólares que se pidieron por la fianza del ‘ticket’, nos dijeron que ya no podía salir porque tenía un hold de inmigración y terminó siendo llevado a un Centro de Detención a Colorado Springs. Ahí estuvo como 15 días, después del pago y cumplir con los requisitos, salió libre”, aseveró Erika.
Pero la lucha sigue su curso, han tenido que cambiar de abogado, que les de nuevas esperanzas y que luche hasta el final por evitar su deportación.
Pero hay incertidumbre, de regresar a su lugar de origen con más preguntas que respuestas y ante una situación más complicada, porque una de sus hijitas está enferma y necesita de un tratamiento de por vida.
“Mi hija tiene el problema de tiroides, es una célula que tenemos todas las personas y esa célula hace que su organismo trabaje y tiene que tomar medicamento todos los días, para que por medio de ese medicamento haga funcionar la tiroides. A mi como me lo mencionaron los médicos, es algo peligroso porque si deja tomar su medicamente queda en parálisis, no fallece pero queda como vegetal. Y Es algo muy difícil para nosotros todo esto”, aseveró la mamá y miembro de Juntos Colorado.
También mencionaron que se tiene una nueva Corte para este próximo 8 de agosto y puede resultar crucial para su estadía, de que se quede, le den otra extensión o reciba la orden de deportación. Con Juntos Colorado ha buscado y recibido mucha ayuda, lo están apoyando para recaudar firmas y hacer vigilias, como la programada para el 1 de agosto, por eso pide apoyo, asistencia y vean que hay respaldo para su caso.
Ya no quieren tener esa mala experiencia de volver emigrar, cruzar una frontera tenebrosa, de tardar más de 22 días por estar en el lugar donde han encontrado la forma de sacar adelante a la familia, a sus hijas y “no estar junto a 30 o 40 personas más, en una casa chica, en un cuarto y con un baño, esperando una difícil aventura en el desierto. Mis hijas son ciudadanas, pero nos miedo si situación. Son tantos los años que hemos estado acá, que por eso mejor preferimos quedarnos en este país, pese al miedo de que nos agarre la ‘migra’”, dijo Erika.