Tomás Menchaca En el fútbol mexicano se jugó la jornada número 8 y el juego que se suponía sería el más espectacular, el famoso y por ende elegido como el clásico nacional entre las Águilas de América que visitaban a su archirrival, las Chivas Rayadas del Guadalajara.Los dirigiros por Matías Almeida le pasaron por encima al equipo de Ricardo La Volpe, el marcador tal vez no lo reflejó, ya que las Chivas solo ganaron por 1 a 0. Los de Coapa no fueron goleados por que los delanteros del Guadalajara salieron en un mal día.
En particular, por ejemplo, tenemos un par de ellos de Alan Pulido y la famosa “Chofis” López, el primero se veía desesperado por demostrarle a la gente que los 17 millones
de dólares que invirtieron las Chivas en él no han sido un desperdicio; estaba buscando a como diera lugar el gol, ya que no ha tenido romancé con las redes desde la jornada1, pero Pulido cayó en el nerviosismo… tuvo un par frente al portero, las cuales falló y aunque no todo le salió mal, ya que a él fue al que le cometieron el penal que le dio el único gol a su equipo.
Por su parte, López, quien como sabemos es el número 10 del equipo tuvo un par de destellos, pero al igual que Pulido la quería meter a como diera lugar, con lo que ocasionó algunos disparos sin dirección.
Esta fue la primera victoria de las Chivas en 6 años en su casa frente a las Águilas, las cuales siguen cayendo en lo más profundo de la tabla; además de que su entrenador no ha podido darle a la afición americanista un cuadro que les pueda dar satisfacciones.
El “bigotón” no estará en el próximo juego en la banca, ya que fue expulsado por meterse a la cancha, en donde además le metió una zancadilla a un jugador del Guadalajara.
Las cosas no pasaron a más ya que el juego estaba medio muerto, con unas Águilas sin corazón y las Chivas no quisieron armar un lío grande, tal vez tomando en cuenta los acontecimientos que se dieron el viernes en el estadio “Pirata” Fuentes de Veracruz, donde algunos inadaptados seguidores de los “Tiburones” fueron y agredieron a la porra de los Tigres; las cosas se pusieron feas y el borlote siguió en el campo y las conferencias de prensa donde ambos entrenadores culparon a los rivales de incitar a la violencia.
Los del Veracruz culparon al francés André Pierre Gignac, porque supuestamente no les gustó como éste celebró su gol enfrente de las tribunas, lo que me parece un descaro de los directivos de los Tiburones, porque si cada vez que un jugador visitante festeja un gol van armar trifulca en las gradas, entonces sería una historia sin fin.
Otro que tampoco demostró mucha clase, fue el entrenador de los Tigres el famoso “Tuca” Ferreti quien se le grabó amenazando a la afición de Veracruz, de que ya se las verían cuando viajen a la ciudad de Monterrey y el señor en vez de apaciguar las cosas, le estaba echando más combustible a la hoguera.
