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Parte 2 de 3
El rezago académico, los pocos años de estudios, la necesidad de una representación legal debido a que han vivido o presenciado algún tipo de violencia en su país de origen y durante su trayecto a los Estados Unidos, el haber perdido algún familiar por la inseguridad misma y el sufrimiento por el distanciamiento familias, son factores y desafíos más grandes que enfrentan los pequeños refugiados o inmigrantes al llegar a escuelas de EE.UU., destacaron expertos en la Equidad en la educación.
La Tercera Conferencia Anual en la Equidad de la Educación serealizo en Washington D.C. y al cual La Prensa de Colorado estuvo presente, fue muy interesante el conocer a un grupo de panelistas expertos que analizaron los desafíos a los que se enfrentan miles de niños refugiados procedentes de Centroamérica y México.
Los expositores señalaron que la situación de darles cobijo, albergue es muy incierta, y “que son jóvenes en varios casos con experiencias muy fuertes que han vivido como adultos, pero en los Estados Unidos se les trata como niños”.
Además, se destacó que entre los retos existe el poco tiempo para graduarse y la falta de conocimiento sobre cómo funciona el sistema de este país, de acuerdo a Gabriela Uro, Directora de Política e Investigación del Council of the Great City Schools, una de las panelistas.
Debido a estos desafíos, el grupo de panelistas ha identificado también los apoyos y oportunidades que los niños deben recibir en las escuelas públicas, entre ellos, clases especiales que aceleren el aprendizaje para eliminar el rezago académico; incorporar estratégicamente a los jóvenes en las clases o formar grupos o personas especiales para ellos, así como también colaborar con las organizaciones NGO’s para dar ayuda legal y de albergue en casos necesarios.
Entre otros puntos, destaco la importancia de contratar personal calificado para dar servicio psicológico en casos de un trauma, entrenar al personal de la escuela para que puedan ayudar mejor a estos niños en todas las áreas. Cabe destacar, que entre los niños/jóvenes refugiados entre 14 a 17 años de edad conforman el grupo más grande que comprometen las posibilidades de graduarse u obtener un diploma y continuar con la educación superior. El porcentaje de niños (hombres) es mayor, aunque también hay mujeres/jovencitas embarazadas y madres solteras.
Trascendió que son pocos los distritos que han creado programas para ayudar a los menores migrantes, en estados como Los Ángeles, Oakland y Nueva York.Los panelistas recalcaron que muchos otros distritos a nivel nacional no han hecho esfuerzos para atender esta situación y debido a esto, los distritos escolares enfrentan grandes retos en los últimos años.
De acuerdo a Luis Duany, Director de Apoyo Escolar de Internationals Network for Public Schools, mencionó que hay 4.6 millones de estudiantes aprendiendo inglés “(ESL”) en EE.UU. con una tasa de deserción escolar del 25% en comparación con el 15% de los demás estudiantes. Y solo uno de cada ocho maestros en EE.UU han recibido adiestramiento o preparación de cómo trabajar con ellos.
Sobre las escuelas chárter
Los expertos también se refirieron al programa académico de las escuelas Chárter, como entender el financiamiento y adquirir un ojo crítico. Las escuelas autónomas (Chárter Schools) han crecido a un ritmo muy rápido durante los últimos 20 años, pero como padres, grupos de activistas, legisladores u otros “buscamos alternativas a las escuelas públicas tradicionales”.
Los partidarios –dicen- que las escuelas Chárter pueden ofrecer la libertad de ser más creativos en el plan de estudios que proporcionan y apoyar una gama más amplia de las necesidades de los estudiantes. Pero, aunque muchas escuelas Chárter han tenido éxito, y que ha lleva a mejorar el rendimiento académico, especialmente para los grupos minoritarios que más a menudo tienen problemas académicos, muchas otras escuelas Chárter se han visto plagados por la mala administración y la corrupción, más aún cuando se trata de sus finanzas.
De acuerdo a Dan Mihalopoulos, un periodista de investigación para el Chicago Sun-Times, habló sobre sus experiencias acerca de las escuelas Chárter “UNO” que fueron investigadas en Chicago por malos manejos de fondos.
Las escuelas Charter pueden ser iniciadas por casi todo el mundo, tales como padres o maestros, para ofrecer programas de especialidad. Las
escuelas son manejadas de forma independiente y reciben la misma cantidad de dinero por alumno como otras escuelas públicas. Muchas de las ciudades grandes, incluyendo Nueva Orleans, Los Ángeles, y D.C. tienen una alta concentración de estudiantes de minorías que asisten a las escuelas Chárter. En Chicago, por ejemplo, 1 de cada 5 estudiantes asisten a una escuela Chárter.
Debido a que las escuelas Chárter son escuelas públicas, también están obligadas a seguir las solicitudes de registros públicos a través de la mayoría de los estados. Al igual que los distritos escolares, que están obligados a responder a los pocos días y proporcionar copias de los contratos y los pagos a los proveedores.
Las Chárter son escuelas independientes, pero los distritos escolares públicos en los que operan estas escuelas deben patrocinar y supervisar las finanzas de las escuelas Chárter. Los distritos tienen que mantener registros de las finanzas, y otros registros, incluyendo expulsiones escolares, códigos de ética y las prácticas de admisión de alumnos.
Subsidios estatales y federales
Todas las escuelas Chárter tienen derecho a solicitar y recibir muchos de los mismos subsidios estatales y federales disponibles para las e¬sc¬¬¬uelas públicas tradicionales. También reciben millones de dólares, gracias a la venta de bonos.
Estas escuelas Chárter son reconocidas generalmente como organizaciones sin fines de lucro y por lo tanto están sujetos a la disposición federal 501 (c) 3.
Las escuelas Chárter, de acuerdo a la ley federal, no se les permite que hagan donaciones a políticos o campañas políticas, pero algunos ejecutivos y directores de estas escuelas ofrecen donaciones personales a los candidatos.