• November 24, 2024

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Por Lic. Nicolas Rangel
Por Lic. Nicolas Rangel

LA MIGRACIÓN, ¿DERECHO
O DELITO?

La migración de los seres humanos es un fenómeno mundial y ha estado presente en todas las épocas de la historia y en todas partes de nuestro planeta.Se puede decir que este fenómeno tiene sus antecedentes desde los tiempos de la prehistoria, pues se tienen datos de los primeros movimientos migratorios humanos desde hace más de 60.000 años y se cree que estos tuvieron su origen en el continente africano.
En América, la revolución neolítica creo grandes migraciones hacia Centroamérica provenientes del norte y del sur del continente.
Con el comienzo de la edad moderna y el desarrollo de la navegación los países europeos migraron a América para fundar y poblar nuestro continente.

Inicialmente estos cambios de residencias estuvieron motivados principalmente por circunstancias como el hambre, aumento de población, cambios climáticos y la búsqueda de mejores oportunidades de caza, entre otros.

Actualmente ningún país en el mundo es ajeno al fenómeno migratorio, solo que en algunos casos las causas han cambiado principalmente por circunstancias económicas o sociopolíticas.

Se dice que el fenómeno migratorio de México hacia los Estados Unidos comienza a partir del expansionismo americano cuando en una guerra México pierde parte de su territorio al norte del Río Bravo, intensificándose este fenómeno a fines del siglo XIX y principios del XX, generado principalmente por el despojo de tierras, el bajo dinamismo laboral y la crisis económica político y social por la que atravesaba México, por lo que resultaba imposible ocupar una fuente de trabajo estable.

Para principios del siglo XX los trabajadores mexicanos formaban una fuerza laboral importante en los ferrocarriles norteamericanos, además de las minas de carbón de piedra en Colorado y Nuevo México con mano de obra barata, aumentando así la migración durante la Revolución Maderista.
Actualmente, el reconocimiento de migrar está patente en los artículos 13 y 14 de la Declaración de los Derechos Humanos que establecen que “Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado; así como su derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país.”, por lo que resulta claro que migrar es un derecho humano; sin embargo, este derecho no es absoluto, ya que se encuentra restringido como tantos y tantos derechos humanos a través de las leyes, reglamentos y demás disposiciones legales aplicables para cada país al cual se pretende migrar; sin embargo, dicha restricción deberá de cumplir en todo momento parámetros de validez específicos a fin de evitarse la discriminación.

Si bien resulta claro que la migración es un derecho humano universal reconocido a nivel mundial en diversos ordenamientos tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Convenio Europeo de Derechos Humanos, etc., y que es facultad de cada país decidir quién entra a su territorio, y que además ningún país esta exentó de padecerlo, este debería de estar regulado por cada nación, garantizando de algún modo su debido ejercicio, a fin de erradicar la violación de los derechos humanos cometidas por los agentes del estado mediante retenciones de migrantes sin causas penales que lo ameriten por periodos mayores a los legalmente establecidos por la ley, justificándose en el debido control de la migración irregular, por el sólo hecho de que han incumplido con los requisitos de ingresar a un país o porque simplemente van huyendo persecuciones políticas, de la guerra, de desgracias naturales u otros grandes problemas a los que ninguna sociedad está exenta.

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