Los Broncos de Denver la semana pasada consiguieron una victoria jugando bien lo que dio señales de que a finales de esta temporada se podría seguir mejorando y luchando porque no por uno de los comodines, este escenario se derrumbó el sábado cuando la NFL anuncio que los Broncos no podrían utilizar a ninguno de sus mariscales de campo por romper el protocolo con respecto al COVID- 19.
Las cosas sucedieron de la siguiente manera primero el QB suplente Jeff Driskel dio positivo el jueves lo que lo puso en la lista de jugadores que no podrían participar en el juego del domingo contra New Orleans esto no tenia muchas consecuencias con respecto al plan de juego para ese juego, el problema fue que compartió la sala de juntas de los QBs en donde los otros tres mariscales en algún momento no utilizaron su mascarilla, entonces la NFL se enteró y decidió mandar un mensaje a toda la liga y dejar sin QB a los azul naranja.
Estipulando que ponían en riesgo a los demás participantes en el encuentro del domingo, con esto no quedo de otra que activar a un jugador del equipo de reserva que es receptor que en sus años universitarios fue mariscal esto hace unos tres años su nombre Kendall Hilton quien pudo convertir su sueño de infancia y jugar como mariscal en la NFL el problema fue que solo completo un pase de nueve y dos de esos nueve fueron interceptados. No lo juzguen por sus números ya que no pudo entrenar y solo se le mando al ruedo sin una preparación adecuada. El marcador final fue 31 a 3.