ANONIMO
La Navidad es la época más linda y esperada del calendario. Significa reunión de familias, de padres e hijos, de Hermanos, parientes y amigos. Época de cavilar sobre nuestros aciertos y desaciertos, nuestros sueños, esperanzas y logros. La música de Navidad alcanza las cuerdas más sensibles de nuestro corazón.
Y lo hacen vibrar con alegría. Es época de recordar que todos formamos parte de un todo, que todos somos hermanos y estamos unidos por lazos invisibles. No somos seres aislados, todo lo que hacemos tiene efecto en los demás.
Aprovechemos esta Navidad para perdonar a todos aquellos que nos ofendieron de palabra y de obra. Empecemos el Año Nuevo con el corazón aligerado por el perdón y enriquecido por el Amor. Compartamos nuestra alegría y nuestra mesa con alguien que esté solo, que no tenga familia o que se sienta triste. Ese invitado representará la figura de Cristo. Y así podremos recibir la bendición de un Nuevo Año 2015.